8.8.16

Razones

Te quiero con este amor maduro
Que brota medular desde el caracú
Con la sabia simple de lo sustancial.

Te quiero con este amor crecido
De río tumultuoso en verano
Y de rama colmada de gorriones en invierno.

Te quiero en la mirada de mi niño,
En la canción de su inocencia de ángel,
En el tumulto del mundo indolente.

Te quiero porque me quiero
Y quererte me hace bien
Como el estanque a sus nenúfares.

Te quiero cuando no estás,
Cuando siento que te extraño
Y la casa se torna ancha y silenciosa.

Te quiero cuando cae la lluvia
Del invierno entre las chacras
Y estás junto a mí atizando la hoguera.

Te quiero porque tu estuario de carne
Trepidante y emancipada no le teme al placer
Y me regalas la flor de tu deseo.

Te quiero porque atesoro tu caricia de agua clara
Cuando el lodo social trasvasa mis silencios
Y ya no me quedan armas de defensa.

Te quiero porque a pesar de nuestras individualidades
Logramos la amalgama perfecta en el diario trajín
Del camino escabroso de los días.

Te quiero porque ya no hace falta la palabra
Y nos entendemos en el idioma de la mirada.
Ese que sólo conocemos vos y yo.

Te quiero porque aunque el mundo vaya a prisa
Me gusta esperarte con el mate caliente
Entre las notas amorosas de la zamba.

Por estas razones y las que no entiendo
Por las que no he podido escribir
Y por las que no he encontrado: te quiero.