20.8.15

Ahora, dos ángeles

                                                                A mis amados hermanos Horacio y Dany

Deposito en la urna azul de mi guitarra
El gemido silencioso de mi duelo,
Enredadera arcana de pasiones verdes
Que mustia hoy acaba en vestirse de invierno.

Quise mitigar la angustia y el dolor
Sumergiéndome en la ceguera del milagro
Por no poder cambiar ni el rumbo ni el destino
De la vida misma y sus tragos amargos.

No sé por qué la barca de infortunios
Arribó de nuevo silente a nuestras casas
Si aún no terminábamos de aceptar la ida
Y acabar el duelo de otra desgracia.

Por eso hoy te abrazo guitarra bendita
Porque entre ellos y yo siempre fuiste un lazo
Gracias al cantar armonioso de mi pueblo
Ellos y yo fuimos un mismo pedazo.
 
Dura, muy dura es la despedida
Cuando no pudiste entregar el abrazo
De – Nos veremos pronto por algún camino
Para conversar acompañando el paso.

Llora, llora sin consuelo guitarra querida
Por tu manantial de cuerdas, cadencioso
Libera este grito de mi desconsuelo
Y llega a sus almas en mi triste responso.

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