28.7.14

El último latido

El día en que el todo y la nada crucen sus caminos;
Cuando mi palpitar se detenga y la luz se haga incandescente;
Cuando los ángeles caídos quieran sumarme a sus filas,
Estaré allí para tomar tu mano, deseada
Para acariciar tu rostro de niño
Y atrapar tu sonrisa apacible.
 
Cuánto deseo tenerte en mi pecho,
Llorar toda esta ausencia desde que partiste
Y henchir el corazón de algarabía.

No imaginas lo difícil que es que no estés.
El vacío es inconmensurable
Y los que te amamos simulamos haberlo superado.

Por eso estaré allí,
Ansioso de estrecharte sin el tedio de la vida,
Sin el lastre que depara la rutina,
Sin el peso de este cuerpo que envejece.

No hay manera de escaparle a este destino.
Aún me quedan promesas que cumplir,
Un hijo que criar, un poema que escribir.

Pero tarde o temprano estaré allí,
Ni antes ni después. Sólo en el preciso instante
De mi último latido.

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