10.4.12

Afinando libertades

Hay que afinarlos. A estos poemas brutos hay que afinarlos
como al café para que dé su aroma cuando grano,
igual que al potro en la doma, hay que amainarlo
y hay que darle forma como al alabastro
para en trozo de arte verlo transformado.
Hay que trabajarlo igual que a la arcilla
y hay que podarlo, así como al árbol
para que sus frutos nos den regocijo
cuando ya maduros queramos probarlos.
Más, nacieron libres en puro albedrío
¿Por qué censurarlos?
¿Acaso el poeta está a la rima atado?
¿Por qué no dejarlos que florezcan libres
y que sus palabras fluyan sin un trazo?
¿Qué quiere el poeta?
¿Expresar su canto o escribir rimando?
Talvez ambas cosas.
Es un instrumento el que tiene en sus manos
y para que suene  armónico y claro,
se debe afinar…
Para que no pierda su esencia y su encanto.

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