13.1.12

Mujer (en un mundo machista)


Quizás lo primero que escuchaste
Al salir de las entrañas de tu madre
Fue el lamento machista de tu padre
Por no contener entre tus piernas
El esperado viril trozo de carne.

Pero el tiempo y las manos de natura
Te transformaron en maja flor radiante;
Radiante a los ojos de ese hombre
Que un “machito” quería en otro instante.

Pero tu luz inmaculada de belleza
Cegó sus ojos
Y de allí en más fuiste un diamante
Para pulir con carcelaria idea
Y atesorarte con celo de un amante.

Creciste con cuidados singulares
Por temor a que fueran a mancharte
Las torpes manos de un muchacho
Llenas de fango de deseo por tu carne.

Pero un día volaste de tu nido
Y en el mundo machista te adentraste
A ser vos, una rosa entre los cardos
A ensayar poco a poco hacerte grande.

Y a ese muchacho del que tanto te cuidaron
Tu tesoro sin reparos le entregaste
Era el amor el que llamaba lujurioso
Para que abrieras tus alas sin pensarte.

Pero ese mismo que tu inocencia se llevó
Te juzgó con la vara miserable
La misma que utilizan los imbéciles
Con medidas de machismo deplorable.

Hoy igual caminas por la vida
Con la frente bien alta, con alarde
Fuiste sincera y entregaste tu pudor
A un idiota, que no supo valorarte.

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