1.1.12

A mis hermanos tehuelches y mapuches


Alguna vez el mismo sol que hoy miro
Calentó tu figura y tus mañanas
Cuando eras uno, junto con el viento
Y era tuya esta tierra y sus entrañas.

Alguna vez en el fondo de la noche
 Entre el frío, la niebla o la nevada
Se escuchó el llanto que anunciaba vida:
De tu mujer tus raíces despertaban.

Alguna vez a la orilla del fogón
Con las estrellas cobijando vuestras almas
Tus abuelos te contaron las historias
Que conformaban la estirpe de tu raza.
 
Alguna vez entre la pampa y la meseta
Guanaqueaste en libertad con la esperanza
De aquel mañana que soñaron tus ancestros
En consonancia con la mapu y su enseñanza.

Pero un día esa amalgama con el cosmos
Fue quebrada como el hielo de la escarcha
Por el sable y la bala de un guerrero
Sediento de sembrar sólo matanza.

Con su dios, su lengua y su cultura
Te redujeron a tan sólo algunas almas
Prisioneras del racismo y la miseria
La esclavitud, la indignidad y la privanza.

Se quedaron con tus tierras y tus ríos
Con tus lagos, tus montañas y tu pampa
Esclavizaron tus mujeres y tus hijos
Y te privaron de tu vida de bonanza.

Alguna vez, quizás, talvez mañana
Se reivindique a tu cultura y a tu raza
Y realidad será el sueño de tus viejos
Que se durmieron con la esperanza
De regresar a su mapu bienamada.

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